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El planeta pierde al año el bosque equivalente a la superficie de Aragón

4 julio 2011 Sin Comentarios

FUENTE: La Vanguardia Digital

La deforestación en el mundo, causada fundamentalmente por la conversión de selvas tropicales en tierras agrícolas y explotaciones ganaderas, ha disminuido en los últimos diez años; pero continúa a un ritmo galopante en muchos países. En términos netos, el planeta pierde cada año 5.200 kilómetros cuadrados de bosque, un área similar a la superficie de Costa Rica o algo superior a la de Aragón.

En la última década (2000- 2010), cada año se ha talado, de media, 13 millones de hectáreas de bosque, sobre todo para campos agrícolas, haciendas ganaderas y explotaciones forestales. Estas cifras representan un notable descenso en relación con los datos de la década anterior (1990- 2000), cuando la destrucción de bosque alcanzaba un ritmo de 16 millones de hectáreas, según la FAO.

Brasil e Indonesia, que registraron las mayores pérdidas de bosques en los años 90, están reduciendo sus talas; sin embargo, estas siguen siendo insostenibles. En paralelo, los programas de plantaciones forestales en muchos países –unidos a la expansión natural de los bosques en algunas zonas– han permitido recuperar nuevos bosques. El resultado es que la pérdida neta de superficie forestal mundial (es decir, el balance de pérdidas e incrementos en superficie forestal) se ha reducido desde los 8,3 millones de hectáreas al año de la década de 1990 a 5,2 millones de hectáreas anuales en la del 2000- 2010. Esto significa una merma anual de 5.200 km2; o dicho de otra manera, la suma de la superficie de Catalunya y la Comunidad Valenciana juntas. «Por primera vez, se ha podido demostrar que la tasa de deforestación ha disminuido en el ámbito mundial. Se ha frenado un 37% la última década», destaca Eduardo Rojas, director general adjunto del departamento forestal de la FAO. En los años 90, la única región que experimentaba ganancias de bosque era Europa, y Norteamérica estaba estable.

Ahora, en cambio, también presentan un balance positivo Asia Oriental (sobre todo, por China), Norteamérica y Oriente Medio/ norte de África y se ha frenado la deforestación en Asia sudoriental. Los países han mejorado sus políticas y legislación forestales y también han asignado bosques para uso de comunidades locales y pueblos indígenas, y para la conservación de la diversidad biológica, dice Rojas. Sin embargo, no hay motivos de euforia: la tasa de deforestación continúa siendo alta en muchos países, y lo que es más grave, en zonas de bosque no alterado por la actividad humana.

El gran problema sigue centrado en Sudamérica y África, en donde se dan las mayores pérdidas netas de bosque, con 3,99 millones de hectáreas y 3,41 millones de hectáreas anuales respectivamente. Brasil ha reducido su deforestación de 2,9 millones de hectáreas a 2,6 millones anuales en la década del 2000, mientras que en los últimos cinco años arroja cifras aún menores.

La ecuación que une la pobreza y deforestación se cumple a rajatabla en África. Cuatro países africanos siguen estando entre los 12 con mayores niveles de destrucción de los bosques (Nigeria, Tanzania, República Democrática de Congo y Camerún), debido también a las explotaciones de madera de calidad, la extracción de leña, la explotación minera y la apertura de infraestructuras. Su dramática situación contrasta con las ganancias netas en Asia, que alcanzan los 2,98 millones de hectáreas anuales recuperadas en China; las 304.000 hectáreas en India y las 207.000 al año en Vietnam, todo ello debido sobre todo a los programas de forestación a gran escala. De hecho, Asia Oriental presenta los datos más optimistas. Tenía un balance forestal negativo en los años noventa, mientras que la situación ha cambiado totalmente. Incluso, ha sobrepasado a Europa en niveles de recuperación del bosque en la época más reciente.

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